domingo, 3 de agosto de 2014

Ramón Villa y Rafael Caballero nos detallan paso a paso la metodología arqueológica

De izquierda a derecha Rafael Caballero, Ramón Villa y Juan Palencia
 El martes 29 de julio contamos con la presencia  de los arqueólogos  Ramón Villa González y Rafael Caballero García, que nos hicieron una detallada y amena presentación de la metodología arqueológica y su marco legal.
En arqueología hay tres grandes elementos susceptibles de estudio, que son las excavaciones arqueológicas, la prospección y los hallazgos casuales. En la primera parte de la charla, Ramón Villa se centró en la prospección arqueológica como método por el cual se puede recuperar mucha información del contexto de un yacimiento arqueológico con bajo coste, aunque suele planificarse y documentarse con menos precisión. Complementaria a una excavación o como paso previo a ella, Ramón nos advierte que el arqueólogo nunca debe prospectar solo, puesto que no está exenta de peligros, al realizarse normalmente en espacios naturales poco concurridos.
Plantea tres tipos de prospección: de  subsuelo con métodos magnéticos, aérea y se superficie, siendo esta última la más común. Nos recomienda establecer previamente a la prospección unos criterios culturales de lo que vamos buscando ( por ejemplo determinar que tipo de material vamos buscando y qué período histórico nos interesa), sin rechazar del todo otros restos materiales que podamos encontrar, ya que la percepción del  ojo humano  es selectiva y tiende a reconocer sólo lo que busca, obviando la información que considera irrelevante. Podemos plantear una prospección extensiva, intensiva (como la llevada a cabo en el cerro) o selectiva, tratando de conseguir una cobertura total (lo que hemos hecho en el cerro este mes de julio), parcial (lo que haremos en el término municipal en septiembre) o un muestreo probabilístico  para ver la evolución del poblamiento en una zona.
A la hora de preparar la prospección el arqueólogo debe manejar mapas topográficos, geomorfológicos, técnicas de teledetección y consultar todas las fuentes orales, escritas o toponímicas con las que se cuente, sin prejuicios y dando valor a priori a cualquiera de ellas, por poco ortodoxa que nos parezca. Ramón remarcó la importancia de los planos catrastales del siglo pasado como valiosa fuente de información, al ser muy descriptivos y marcar lugares que en la actualidad pueden haber desaparecido.
En otro punto de su charla nos realizó un repaso sobre la legislación relativa a patrimonio de nuestra Comunidad, repasando la estructura del actual Inventario del Patrimonio Cultural de Castilla- La Mancha (lo que antes conocíamos por Carta Arqueológica), que establece figuras de protección y se divide en patrimonio paleontológico, etnográfico, bienes de interés cultural, bienes de interés patrimonial, elementos de interés patrimonial, patrimonio industrial, viario y arqueología de la guerra civil.
Asistentes a las Jornadas
Ramón Villa



La metodología arqueológica al servicio de la reconstrucción de las culturas del pasado

El arqueólogo Rafael Caballero (Novas Arqueología S.L.) nos presentó sin imposturas, al natural, una arqueología alejada de la que habitualmente nos presenta el mundo del cine, pero no por ello menos apasionante. 
Es una disciplina que para ser efectiva necesita aplicarse con rigor y ajustarse a una metodologia muy concreta. Rafael Caballero nos recuerda que la arqueología es destructiva, con lo que hay que estudiar y documentar los materiales que vamos encontrando en los distintos estratos de manera precisa. Plantea el pilar básico en el que se apoya la arqueología: la estratigrafía arqueológica, desarrollada en las leyes de Harris (1979) de la estratificación.  La primera de ellas es la superposición de materiales (de las épocas más antiguas a las más recientes que se localizarían en estratos superiores), la segunda la horizontalidad original (cualquier estrato arqueológico tenderá a la posición horizontal), la ley de continuidad original (toda la capa tiene una continuidad hasta terminar su perfil casi en cuña) y la ley de sucesión estratigráfica (presentando el elemento interfaz, como elemento de corte en un estrato, una cuenca nueva de deposición que rompe elementos antiguos y se colmata con elementos modernos )
Diapositiva aportada por Rafael Caballero

Recalca que un arqueólogo debe manejar estas leyes con rigor, de lo contrario podría ocasionar daños irreparables en el yacimiento y plagar la investigación de errores. El contexto y la evolución de un poblamiento a través de la épocas queda reflejado en la estratigrafía de los diversos materiales y producciones que han llegado hasta nuestros días. Enterrados bajo el suelo o sobre él, como es el caso de muros y techos de numerosos edificios históricos. La sucesión estratigráfica ha de plasmarse en la matriz de Harris, un diagrama donde se ven las relaciones de cada estrato con su entorno y se va concretando su cronología. Es este paso el que le da sentido y contexto a la pieza que encontremos. Es en este punto cuando comenzamos a leer la historia del hallazgo, contrastar hipótesis  y avanzar en la investigación.
Por tanto, gracias a la preclara explicación de Rafael Caballero, pudimos comprobar que la excavación arqueológica no se limita al trabajo de campo. En un magistral diagrama de barras, el arqueólogo nos detalló todo el proceso de una intervención arqueológica, desde los momentos más visibles hasta aquellos que pasan más desapercibidos (imágenes inferiores).


Rafael Caballero en un momento de su exposición
Plantea cuatro grandes etapas ( basado en trabajos de Ruiz y Zapatero). Una previa  de preparación del yacimiento, la excavación propiamente dicha (en la que se debe ser especialmente meticuloso con la fotografía, el diario de campo, el dibujado de las piezas, etc.), el análisis de artefactos y muestras en el laboratorio ( culmina con la redacción  del informe) y la publicación de resultados y difusión de los mismos para hacer partícipe a la sociedad de nuestra investigación. Cuantificado el tiempo que el arqueólogo dedica a cada fase, vemos que la excavación es solo la punta del iceberg de un proceso largo y complejo, que demanda rigor y oficio en el manejo de métodos y técnicas y del  que Rafael Caballero me ha demostrado estos diez días que es todo un maestro.




Los asistentes tuvieron la oportunidad de tomar contacto con diversos materiales cerámicos de la mano de Rafael Caballero

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