lunes, 4 de agosto de 2014

Los Bañales: una ciudad romana como motor de desarrollo rural. Javier Andreu Pintado nos da las claves para la gestión cultural de un yacimiento arqueológico


Javier Andreu Pintado
Consuegra, 30 de julio de 2014

Broche de lujo para cerrar el I ciclo de Jornadas Formativas Proyecto Consabura. El pasado miércoles contamos con la presencia de Javier Andreu Pintado, profesor titular de Historia Antigua (UNED) y director científico del plan de investigación de "Los Bañales" (Fundación Uncastillo). A pesar de haber concluído las excavaciones en el yacimiento de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza) hacía apenas 2 días, Javier Andreu ha tenido la generosidad de desplazarse hasta Consuegra para visitar nuestra excavación y compartir con nosotros  algunas de sus claves en la gestión cultural y difusión de un proyecto arqueológico que tan buenos resultados están dando en Los Bañales.
Sin ánimo de sentar cátedra, más bien con la sana intención de compartir su experiencia, comienzó recalcando que los tres pilares básicos de cualquier proyecto de esta envergadura son unos voluntarios implicados, unas instituciones comprometidas y unos técnicos preparados y entregados. Si se dan estos tres ingredientes, el resultado esperable es la mejora del nivel cultural local, especialmente si se hace una cuidada difusión del mismo. Desde este punto de vista, nuestro objetivo es colocar Consuegra en el mapa de la arqueología hispanorromana, no solo a nivel científico, sino también a nivel turístico.


Los Bañales es como se conoce en la actualidad a una antigua  ciudad romana que estuvo situada en lo que hoy es la comarca de las cinco villas, en la provincia de Aragón. A pesar de pertenecer al término municipal de Uncastillo, el proyecto que lidera Javier Andreu ha conseguido ser un referente para los cinco consistorios, identificándose los cinco municipios con este yacimiento y colaborando en las diversas campañas y actividades que desde él se promueven.
Los Bañales debe su nombre a una antigua escritura de Pedro II de Aragón (1212) que autorizaba a construir un monasterio sobre unas antiguas termas llamadas "Los Bañales" (los topónimos una vez más son esclarecedores). A medio camino entre el valle del río Ebro y los Pirineos, situada a los pies del cerro del Pueyo, pudo tratarse de la citada Tarraca en época romana, aludiendo a su situación geográfica y municipios colindantes. La población indígena de esta zona eran los Vascones, mientras que en Consabura eran los Carpetanos. Nos presenta una ciudad que fue clave en la vertebración del valle del Ebro. Un municipio de cruce de caminos, gobernada bajo el derecho latino, que Roma elige y potencia, contribuyendo a su desarrollo con obras de ingeniería civil, como la construcción de un acueducto, un foro, termas, etc. No acaban aquí los paralelismos con nuestra Consabura. Fue una ciudad promocionada en época Flavia (finales del siglo I d.c.), cuando posiblemente ocurrió la municipalización de Consabura, aunque monumentalizada con anterioridad. No obstante, a partir del año 90 d.c. se produce en Los Bañales y seguramente en Consabura una amortización de edificios públicos en pro de negocios privados, detectándose a partir de esta fecha un declive de las mismas. En palabras de Javier Andreu, este proceso es una metáfora de la vida, ciudades esplendorosas que en cuatro siglos se convierten en un campo en ruinas, de las que, como en en el caso de Los Bañales, en algunos casos no se recuerda ni su nombre. A partir del siglo II d.c. muchas ciudades hispanas pasan a convertirse en lo que una discípula de Andreu define como Oppida Labentia, ciudades en dificultad, en las que, tras un auge urbanístico descontrolado, sus pobladores se vieron obligados a trasladarse al campo, en busca de un modelo de sostenibilidad  más autárquico. Como nos recuerda Andreu, la historia se repite y el ser humano tiende a cometer los mismos errores. En el siglo III d.c., en época Antonina, se abandonaron definitivamente los espacios públicos y comienzó la decadencia de estas ciudades. Posteriormente, entre los siglos IV- V en el caso de los Bañales, la zona se repobló , ubicándose la nueva población en la zona alta del cerro del Pueyo.

www.losbanales.es

Por muchos motivos, el Proyecto de investigación Los Bañales es un espejo en el que nos debemos mirar. Cierto es que no compartimos su monumentalidad y gran parte de la Consabura romana duerme bajo los cimientos de viviendas actuales (en el mejor de los casos) con lo que la accesibilidad de los restos en nuestro caso está mucho más limitada. Pero el pasado miércoles escuché de Javier Andreu ideas que me parecieron absolutamente reveladoras.

Una de ellas fue su idea de investigación, conservación del patrimonio y acondicionamiento del entorno. Un yacimiento arqueológico ha de ser sostenible, no puede subsistir dependiendo de subvenciones públicas como única fuente de financiación. En el caso de los Bañales, contaron con la colaboración de una fundación cultural local ya existente, la Fundación Uncastillo. En Consuegra contamos con dos por falta de una, con lo que aunando esfuerzos  el respaldo local  al  Proyecto Consabura estaría asegurado. Las actuaciones en el yacimiento no se pueden ceñir únicamente al período que duran las excavaciones. Debe llevarse a cabo una planificación anual de aspectos que incluyan la catalogación de restos arqueológicos, restauración de los mismos, señalización de lugares de interés arqueológico y el mantenimiento de instalaciones. Incluso se podría ir perfilando la  idea de poner en marcha un Centro de Interpretación en la localidad, que en el caso de Consuegra es una necesidad imperiosa. Plantea incluir en el proyecto jornadas formativas (como las que han desarrollado con gran acierto nuestros codirectores en Consuegra) y contar con la colaboración de expertos que estén desarrollando experiencias similares en otros lugares para generar redes de trabajo y colaboración.

La otra idea que se quedó impresa en mi mente es la  forma de gestionar culturalmente el yacimiento y difundir  los hallazgos, utilizando cauces diversos y adaptada a distintos niveles de especialización. Aparte de los circuitos científicos habituales, Javier incide en hacer partícipe a la sociedad a través de los canales de acceso a la información utilizados por el público en general: la Web 2.0.  y las redes sociales.  Un verdadero salto evolutivo en lo que a la difusión divulgativa se refiere,  favorecido por el auge de los dispositivos móviles.  Supone acercar los avances científicos al ciudadano, que vibre con los diarios de excavación, y se presenta como un paso necesario si realmente queremos transformar un yacimiento arqueológico en un motor de desarrollo que genere impacto  rural. Se pueden utilizar otros métodos como las jornadas de puertas abiertas, talleres para niños y jóvenes,  visitas a Centros Educativos, producción de materiales, recreaciones en 3D del yacimiento en épocas pasadas o la difusión en prensa.

Con el Proyecto Consabura y  nuestro blog tratamos de seguir el ejemplo del yacimiento  Los Bañales, verdadero laboratorio de ideas como lo define su director científico, Javier Andreu, porque estoy convencida que esa cíclica decadencia que sufren los pueblos y civilizaciones tras épocas de esplendor se puede invertir y a través de la promoción de la cultura, la investigación histórica y el arraigo de las tradiciones podemos devolver a estos municipios la grandeza que emana de sus ruinas. 

Intervención del Director del IES Consaburum, Pablo Peñalver Alonso

El Sr. Alcalde de Consuegra, Benigno Casas Gómez cerrando  las I Jornadas Formativas Consabura, ciudad y territorium de la Carpetania

domingo, 3 de agosto de 2014

Ramón Villa y Rafael Caballero nos detallan paso a paso la metodología arqueológica

De izquierda a derecha Rafael Caballero, Ramón Villa y Juan Palencia
 El martes 29 de julio contamos con la presencia  de los arqueólogos  Ramón Villa González y Rafael Caballero García, que nos hicieron una detallada y amena presentación de la metodología arqueológica y su marco legal.
En arqueología hay tres grandes elementos susceptibles de estudio, que son las excavaciones arqueológicas, la prospección y los hallazgos casuales. En la primera parte de la charla, Ramón Villa se centró en la prospección arqueológica como método por el cual se puede recuperar mucha información del contexto de un yacimiento arqueológico con bajo coste, aunque suele planificarse y documentarse con menos precisión. Complementaria a una excavación o como paso previo a ella, Ramón nos advierte que el arqueólogo nunca debe prospectar solo, puesto que no está exenta de peligros, al realizarse normalmente en espacios naturales poco concurridos.
Plantea tres tipos de prospección: de  subsuelo con métodos magnéticos, aérea y se superficie, siendo esta última la más común. Nos recomienda establecer previamente a la prospección unos criterios culturales de lo que vamos buscando ( por ejemplo determinar que tipo de material vamos buscando y qué período histórico nos interesa), sin rechazar del todo otros restos materiales que podamos encontrar, ya que la percepción del  ojo humano  es selectiva y tiende a reconocer sólo lo que busca, obviando la información que considera irrelevante. Podemos plantear una prospección extensiva, intensiva (como la llevada a cabo en el cerro) o selectiva, tratando de conseguir una cobertura total (lo que hemos hecho en el cerro este mes de julio), parcial (lo que haremos en el término municipal en septiembre) o un muestreo probabilístico  para ver la evolución del poblamiento en una zona.
A la hora de preparar la prospección el arqueólogo debe manejar mapas topográficos, geomorfológicos, técnicas de teledetección y consultar todas las fuentes orales, escritas o toponímicas con las que se cuente, sin prejuicios y dando valor a priori a cualquiera de ellas, por poco ortodoxa que nos parezca. Ramón remarcó la importancia de los planos catrastales del siglo pasado como valiosa fuente de información, al ser muy descriptivos y marcar lugares que en la actualidad pueden haber desaparecido.
En otro punto de su charla nos realizó un repaso sobre la legislación relativa a patrimonio de nuestra Comunidad, repasando la estructura del actual Inventario del Patrimonio Cultural de Castilla- La Mancha (lo que antes conocíamos por Carta Arqueológica), que establece figuras de protección y se divide en patrimonio paleontológico, etnográfico, bienes de interés cultural, bienes de interés patrimonial, elementos de interés patrimonial, patrimonio industrial, viario y arqueología de la guerra civil.
Asistentes a las Jornadas
Ramón Villa



La metodología arqueológica al servicio de la reconstrucción de las culturas del pasado

El arqueólogo Rafael Caballero (Novas Arqueología S.L.) nos presentó sin imposturas, al natural, una arqueología alejada de la que habitualmente nos presenta el mundo del cine, pero no por ello menos apasionante. 
Es una disciplina que para ser efectiva necesita aplicarse con rigor y ajustarse a una metodologia muy concreta. Rafael Caballero nos recuerda que la arqueología es destructiva, con lo que hay que estudiar y documentar los materiales que vamos encontrando en los distintos estratos de manera precisa. Plantea el pilar básico en el que se apoya la arqueología: la estratigrafía arqueológica, desarrollada en las leyes de Harris (1979) de la estratificación.  La primera de ellas es la superposición de materiales (de las épocas más antiguas a las más recientes que se localizarían en estratos superiores), la segunda la horizontalidad original (cualquier estrato arqueológico tenderá a la posición horizontal), la ley de continuidad original (toda la capa tiene una continuidad hasta terminar su perfil casi en cuña) y la ley de sucesión estratigráfica (presentando el elemento interfaz, como elemento de corte en un estrato, una cuenca nueva de deposición que rompe elementos antiguos y se colmata con elementos modernos )
Diapositiva aportada por Rafael Caballero

Recalca que un arqueólogo debe manejar estas leyes con rigor, de lo contrario podría ocasionar daños irreparables en el yacimiento y plagar la investigación de errores. El contexto y la evolución de un poblamiento a través de la épocas queda reflejado en la estratigrafía de los diversos materiales y producciones que han llegado hasta nuestros días. Enterrados bajo el suelo o sobre él, como es el caso de muros y techos de numerosos edificios históricos. La sucesión estratigráfica ha de plasmarse en la matriz de Harris, un diagrama donde se ven las relaciones de cada estrato con su entorno y se va concretando su cronología. Es este paso el que le da sentido y contexto a la pieza que encontremos. Es en este punto cuando comenzamos a leer la historia del hallazgo, contrastar hipótesis  y avanzar en la investigación.
Por tanto, gracias a la preclara explicación de Rafael Caballero, pudimos comprobar que la excavación arqueológica no se limita al trabajo de campo. En un magistral diagrama de barras, el arqueólogo nos detalló todo el proceso de una intervención arqueológica, desde los momentos más visibles hasta aquellos que pasan más desapercibidos (imágenes inferiores).


Rafael Caballero en un momento de su exposición
Plantea cuatro grandes etapas ( basado en trabajos de Ruiz y Zapatero). Una previa  de preparación del yacimiento, la excavación propiamente dicha (en la que se debe ser especialmente meticuloso con la fotografía, el diario de campo, el dibujado de las piezas, etc.), el análisis de artefactos y muestras en el laboratorio ( culmina con la redacción  del informe) y la publicación de resultados y difusión de los mismos para hacer partícipe a la sociedad de nuestra investigación. Cuantificado el tiempo que el arqueólogo dedica a cada fase, vemos que la excavación es solo la punta del iceberg de un proceso largo y complejo, que demanda rigor y oficio en el manejo de métodos y técnicas y del  que Rafael Caballero me ha demostrado estos diez días que es todo un maestro.




Los asistentes tuvieron la oportunidad de tomar contacto con diversos materiales cerámicos de la mano de Rafael Caballero

sábado, 2 de agosto de 2014

Proyecto Consabura. Retrospectiva





El objetivo principal que se marcaron nuestros investigadores  fue colocar  en los mapas  de la arqueología hispanorromana a Consabura como una de las ciudades más relevantes de la Carpetania.
Citada en varias fuentes, como la Historia Natural de Plinio o en los episodios en los que Frontino describe sus guerras sertorianas, aparece marcada en la vía 30 del itinerario Antonino, conectado Toletum con Laminio. Aparte de la monumental presa romana, el  principal problema con el que nos encontramos es la escasez de restos arqueológicos de esta época que conservamos en Consuegra. Tan solo contamos con ecos de cronistas de épocas pasadas que nos describen el desaparecido acueducto, el circo, monedas, urnas funerarias, termas e incluso inscripciones, restos todos ellos evaporados.



Gracias a nuestra intervención arqueológica en el cerro, se han localizado diversos materiales, en su mayoría cerámica de diversas épocas, actualmente en proceso de estudio. También se ha limpiado y descubierto una estructura muraria, posiblemenmente de carácter hidráulico. La excavación de 3 sondeos en el cerro se ha complementado con una prospección intensiva del mismo, con la intención de hacer en el mismo un seguimiento de sus posibles pobladores a través del tiempo. La hipótesis que barajan nuestros investigadores es que los romanos hicieron un asentamiento en el cerro, que pudo ser un pretorio o incluso un poblamiento, antes de bajar a la población indígena al llano, cerca de las calzadas y los ríos, para tenerla más controlada. Ese traslados debió ser  un proceso lento y progresivo.

El viaje de los materiales encontrados

Para contrastar esta hipótesis se han buscado indicios, en forma de materiales y estructuras de época romana, registrando también el de otras épocas. Estos restos arqueológicos han sido recogidos con sumo cuidado, marcando meticulosamente la zona de extracción y los distintos estratos de excavación. Posteriormente, limpiados y clasificados por nuestros voluntarios que se han convertidos en estos 10 días en auténticos expertos. Más tarde serán siglados por  los codirectores de la excavación, fotografiados y, los más significativos, dibujados y documentados para estudiar su tipología y llevados al museo para su custodia.

Nuestro Proyecto


Fue solicitado por el Exmo. Ayuntamiento de Consuegra en base a una orden de investigación de la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha publicada en abril de 2014, financiado por ambas instituciones. Nuestros codirectores, Juan Palencia García, Diego Rodríguez López- Cano y Rafael Cabalero García (Novas Arqueología), han desarrollado el proyecto con  rigor profesional,  inmejorable organización y una ilusión que contagiaban a todo el equipo.Hemos contado con la colaboración de 18 voluntarios, comprometidos desde el principio, entre los que se contaban estudiantes de Historia o Arqueología, antiguos alumnos del IES Consaburum y apasionados de la historia de Consuegra. Hemos contado con la Colaboración del IES Consaburum, cediéndonos sus instalaciones para la limpieza y clasificación de los materiales y, por parte del Ayuntamiento, con el trabajo y buen hacer de dos miembros de nuestro equipo, Felicia Alcázar (Agencia de Desarrollo Local) y José Luis García Moreno (Archivero Municipal y encargado del Museo). Y sobre todo, en todo momento, hemos estado arropados por un pueblo volcado con este proyecto, siguiendo ávidamente los avances de la excavación a través de este blog y del perfil  en redes sociales del Circulo Histórico Cultural Consaburense.

Precisamente por ser la difusión y divulgación de este proyecto una de nuestras prioridades, hemos completado las labores arqueológicas con un blog que detalla el diario de la excavación y con una Jornadas Formativas para los voluntarios y  publico interesado, que han contado con la presencia de investigadores de la talla de Macarena Bustamante Álvarez, los directores del yacimiento arqueológico del Cerro de las Cabezas, Ramón Villa González y Javier Andreu Pintado. 
Este proyecto acaba de empezar. Faltan muchos hallazgos y nuevos descubrimientos que ilustren  nuestro diario. Porque, tomando prestadas las palabras de Javier Andreu,  investigamos para conocer, conocemos para difundir, difundimos para hacer valorar y hacemos valorar para comprometer a los ciudadanos con la protección de nuestro patrimonio. 

Hasta la próxima campaña! 
Ángeles Anaya García- Tapetado, consaburaproject.blogspot.com.es


Diario de la excavación Proyecto Consabura. Dia 10



Diario del  la Excavación Proyecto Consabura. Dia 10. 1 de agosto de 2014



Los grandes protagonistas de la jornada han sido los compañeros del sondeo 3, Irene, Carlos y Daniel, coordinados por Juan Palencia (imagen inferior). Ha sido una mañana dura de excavaciones, con mucho viento que devolvía una y otra vez la tierra retirada, reticente a abandonar el sondeo. Más que tierra, se trataba de una mancha de ceniza en la que se han encontrado huesos de animales y fragmentos de cerámica.













En los sondeos 1 y sondeo 2 se han terminado de limpiar las estructuras desenterradas, no pudiéndose avanzar más a la espera de los trabajos de restauración necesarios para evitar que se derrumben los muros que han permanecido protegidos por la tierra durante miles de años. Para la próxima campaña se prevé  una excavación en área, más ambiciosa, que cubra más extensión de terreno y nos pueda arrojar luz acerca de la posible conexión entre las estructuras localizadas en ambos sondeos.
Imagen del la limpieza del sondeo 2



jueves, 31 de julio de 2014

Proyecto Consabura. Arqueología en directo. En busca del punto CERO




Diario de la excavación. Día 9

Diego Rodriguez en el sondeo 1
 Continua la intervención en el sondeo 1, estamos llegando a niveles del Hierro II. Buscamos la cimentación del muro, llegar al nivel de terrero natural que, en el caso del cerro, es la roca viva. Para próximas campañas, el objetivo será realizar una excavación en área y conectar los sondeos 1 y 2, para comprobar si son estructuras conectadas o son independientes.
Gregorio en el sondeo 2
Entre los materiales localizados, resulta especialmente curiosa un asta de ciervo usada posiblemente como mango de utensilio de cocina. En la foto podemos apreciar astas similares  de época actual proporcionadas por Gregorio.

Diario dela excavación Proyecto Consabura. Dia 8




Las labores de excavación y limpieza del sondeo 3 nos dejan al descubierto una gruesa mancha de ceniza. Han aparecido fragmentos de cerámica y huesos de bóvido. 

Continua la limpieza de los sondeos 1 y 2 (imagen inferior)


Materiales encontrados en la prospeccion y en los sondeos
Fragmentos de tégulas de época romana

Posible fragmento cerámico del Bronce

Fragmento de pavimento de barro de época romana, con las estrías para sujetar el mortero 

Posible fragmento de cerámica campaniense de barniz negro, de época republicana


miércoles, 30 de julio de 2014

Diario de la excavación Proyecto Consabura. Día 7

Huella localizada en el tapial de barro del sondeo 2

La jornada del martes se ha beneficiado de una pequeña tregua en el sofocante calor de días anteriores.  Tras devolver a los diversos sectores del cerro los desechos de la prospección, los voluntarios han dedicado la mayor parte del tiempo a limpiar los sondeos 1, 2 y 3. 


En el sondeo 3 se está terminando de limpiar un derrumbe que cubre gran parte del mismo. Antes de retirar las piedras, que seguramente proceden de las obras de la carretera de acceso al cerro o de la construcción de los depósitos,  Rafa, nuestro arqueólogo,  lo fotografiará, aprovechando las primeras luces del amanecer del miércoles. 
En el sondeo 2, Esperanza, una de nuestras voluntarias locales, mientras limpiaba el pavimento de mortero de cal del sondeo 2, ha descubierto tres marcas de lo que parecen huellas hechas con los dedos en un tapial de barro antes de consolidarse. Para confirmar su sospecha, nada mejor que poner su propia mano sobre  la huella milenaria y ver si encaja.

Es la impronta que nos ha dejado su constructor, resultante seguramente de un acto fortuito y casual que ha servido para que Esperanza y un desconocido obrero milenario se den la mano en  el cerro de la Cuesta.

lunes, 28 de julio de 2014

Diario de la excavación proyecto Consabura. Día 6

28 de julio de 2014



Irene y Rafa Caballero comentando las notas tomadas por nuestro arqueólogo en su diario de la excavación

En la plenitud del período Canicular, bajo un sol abrasador, nuestro equipo de Proyecto Consabura comienza a obtener resultados que dan sentido a todos los materiales y estructuras que hemos ido localizando estos días. Por hacer una recapitulación y situar a los seguidores más rezagados, recordemos que las labores arqueológicas proyectadas constaban de una prospección de la cubierta vegetal de todo el cerro y  tres sondeos. El primer sondeo trataba de descubrir una estructura muraria que fue registrada por Juan Carlos Fernández- Layos de Mier en los años 80. Sin duda su intervención fue la psita que nos animó a iniciar la excavación en esta zona. A la luz de los restos aparecidos, estamos en disposición de afirmar que se trata de una estructura hidráulica. Es curioso que ese muro era conocido por algunos vecinos de la zona como la Fuente de Bicaco, porque, según cuentan, cuando llovía en abundancia, debajo de él manaba agua. Podría incluso estar relacionada con la otra estructura hidráulica situada en la ladera este del castillo, pero  esa hipótesis se tendrá que contrastar registrando ambas cotas.
Tanto en el  sondeo 2 ( contiguo al sondeo 1) como en la prospección, se ha localizado abundante material cerámico, muy fragmentado, en concreto cerámica protohistórica,  terra sigillata y cerámica tardorromana (siglos IV- V d.c.). También se ha localizado cerámica andalusí de tipo cuerda seca (siglos XI- XII), en las inmediaciones del castillo e incluso un fragmento de hacha neolítica. Bien parece que el cerro no ha permanecido tan abandonado tras la conquista romana como en un principio se pensaba.
En el sondeo 3,  recién iniciado en la zona de los depósitos con una picada de unos 10 centímetros, se ha localizado material cerámico, pero aún es un sondeo de poca profundidad como para obtener restos interesantes.
Como nos recuerda Daniel, en arqueología, lo mejor siempre está al final.



Sondeo 2



David picando en el sondeo 2

Ana cribando el material extraído del sondeo 2
con la ayuda inestimable de Gregorio



Sondeo 3

Daniel y Juan comprobando materiales cribados


domingo, 27 de julio de 2014

El Territorium de Consabvra



I Jornadas Formativas. 24 de julio de 2014
El Territorium de Consabvra. Diego Rodríguez López- Cano

Cuando una trata de imaginar la  Consabura de hace 2000 años nos suelen venir a la mente imágenes de su foro, sus termas, alguna domus urbana, sus amplias vías adoquinadas, el circo o sus puentes. Pocos reparan en que esta ciudad era el corazón que administraba  un territorium que a su vez proporcionaba recursos agrícolas, minerales o ganaderos, no solo a esta ciudad Carpetana, sino también a las arcas de la administración del Imperio. 
El territorio, para su explotación, incluía varios tipos de asentamientos. Sin duda, los que primero viene a nuestra mente son las Villas rurales. Pero no todos los asentamientos que existían fuera de la ciudad eran villas. Para identificar un yacimiento como tal  debe cumplir varios requisitos: ocupar una hectárea de dispersión, localizarse piedra, tégulas y pavimentos como el opus signinum y el opus tesellatum como materiales constructivos, localizar pintura mural y encontrar restos del peristilo o patio columnado ajardinado  interior, tan característico de las domus o villae romanas de clase alta, al que se asemejaban los patios interiores de las viviendas Manchegas y Toledanas hasta el siglo pasado.
Juan Palencia y Diego Rodríguez
 Superando en extensión las villas y, posiblemente, formados a partir del crecimiento de éstas, surgían los Vici. Un Vicus (el topónimo Vigo proviene de Vicus) podía ser una explotación agraria, una guarnición militar o una zona minera, cercano y dependiente de una ciudad.
Si el asentamiento no llega a 1000 mts. cuadrados se le denomina granja o unidad rural menor. 

Repasados los tipos de asentamientos rurales que se pueden localizar, la incógnita que se nos plantea es saber con exactitud los límites del territorio de Consabura en época romana. Para hallar la respuesta nada mejor que seguir el curso de los ríos y arroyos que circunvalan nuestra comarca. El río Algodor, el río Cigüela, el arroyo de la Magdalena, el río Amarguillo, las lagunas de Villafrnaca o las de Tírez en Villacañas, atrajeron explotaciones que se servían de sus aguas. Teniendo en cuenta que el clima era más húmedo y esos ríos más caudalosos, a lo largo de ellos se distribuyeron numerosos asentamientos.
El problema para determinar con exactitud el territorium de la Consabura romana es que no disponemos de hitos o mojones con inscripciones que delimitaban territorios públicos o privados cuya denominación se expresaba mediante una inscripción. No hemos encontrado tal resto en Consuegra, sería una gran noticia encontrar alguno. Eso nos lleva a pensar que Consabura se ajustaba al ager arcifinius, por el que se delimitaban las propiedades ajustándose a sus límites naturales (rios, caminos, fosas,árboles, montes como sistemas de demarcación), tal y como se delimitan los campos actualmente en nuestra zona.
Diapositiva aportada por Diego Rodríguez
 Con este panorama tan poco definido en lo referente a las fuentes primarias del territorium de Consabura en época romana, Carlos de Ayala en su transcripción del Libro de Privilegios de la Orden de San Juan de Jerusalem en Castilla y León (s XII- XV d.c.) nos da la clave. Este  manuscrito, arrebatado del archivo prioral de Consuegra por las tropas Napoleónicas y custodiado actualmente en la sede de la Orden en Londres, es la primera referencia con la que contamos que nos describe el territorio de Consogra en 1151. La hipótesis de Diego Rodríguez es que estas demarcaciones territoriales reflejadas en el libro de privilegios eran muy similares a las que se utilizaban en época romana. Con los ríos Algodor, como frontera norte y Cigüela, como frontera sur, las vías de comunicación en época romana también servían para demarcar territorios. Concretamente, en Consuegra había dos tremendamente importantes. Como frontera oeste, la vía que comunicaba Toledo y Córdoba, pasando por Calatrava,utilizada como cañada desde la Edad del Bronce. Como frontera este la vía 29, que separaba los dominios de la Orden de Santiago (Uclés) y los de la Orden de San Juan, localizandose yacimientos muy importantes vinculados con ambas.
Diapositiva aportada por Diego Rodríguez